Conociendo la Vía Verde (Vilagarcía – Caldas de Reis – Portas)

Vista chimenea Azucarera de Portas

 ¡Lo prometido es deuda! y aquí estamos una semana más para volver a recuperar el ritmo y ser fieles a nuestra cita. ¡Ya no estamos con el cierre perimetral! Que ganas teníamos de poder coger el coche y salir un poquito más allá a conocer lugares nuevos. Y así estamos haciendo estos fines de semana y os lo contaremos en los próximos posts. Pero la primera salida que hicimos fue bien cerquita, disfrutando y conociendo el recorrido completo de la Vía Verde, que une Vilagarcía de Arousa con Portas.

 Para acceder al punto de inicio de la senda, nos dirigiremos a la ciudad de Vilagarcía de Arousa, en concreto a la zona de Cea. Pasado el tanatorio (sí, una indicación un tanto escabrosa) nos encontraremos un desvío a la derecha con un indicador de la ruta. Podemos continuar con el coche, pero ¡ojo!, cuando lleguemos a un lavadero tendremos que aparcar el coche por la zona (no hay mucho lugar para aparcar). Si continuáramos la carretera llega un punto en donde empieza a estrechar y ya es imposible acceder con el coche. De todos modos, de ahí al comienzo de la senda son solamente unos metros.

 Esta nueva Vía Verde (inaugurada hace escasos meses), tiene una longitud aproximada de 9´2 kilómetros (multiplicad por 2 si queréis hacer ida y vuelta como nosotros). Aunque en estas semanas salieron buenas noticias en las que supimos que proyectan que el trazado se extienda hasta Pontevedra, algo que será una gozada. Discurre por un tramo de la antigua vía que unía Vilagarcía y Pontevedra. Esta vía sería la continuación de la primera de Galicia, que conectaba Santiago de Compostela y Carril, y que os hablamos de ella en nuestro anterior post «Paseo por Carril»

 En el año 2008, y con la construcción de una variante del Eje Atlántico de Alta Velocidad, la vía quedó inutilizada. Y unos cuantos años más tarde, en una genial idea de poner en valor este recorrido, los ayuntamientos de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, se unieron para crear esta preciosa y cómoda senda.

 Se arreglaron tramos en mal estado, se rellenó el espacio de las vías y con ello se habilitó para recorrerlo tanto a pie como en bicicleta, ya que es una ruta muy llana y ancha. De igual manera, se añadió un área de descanso en varios puntos de la senda, con mesas, bancos y paneles informativos del recorrido. También añadieron información histórica sobre la ruta y aparcamiento para bicicletas.

 Iniciamos en el primer panel, en el que se nos explica un poco la historia del recorrido del ferrocarril. Pronto vemos la amplitud y comodidad del firme, que agradecemos para dar un buen y agradable paseo en familia. Y empezamos a andar inmersos en bosque y alguna casa cercana.

 Continuamos nuestro camino y pronto encontramos otro área de descanso con vista al Pazo de Rubiáns. En esta zona (aproximadamente 1 kilómetro del inicio) sí que existe más aparcamiento por si queremos asegurar poder dejar el coche en las cercanías de la senda.

 El Pazo de Rubiáns fue levantado originalmente en 1411 por los fundadores de Vilagarcía de Arousa, y reconstruido 300 años después. Posee la superficie de viñedo Albariño más extensa de la Comarca del Salnés, con una increíble extensión de 25 hectáreas. También podemos ver un precioso jardín botánico, declarado Jardín de Excelencia Internacional en 2014, con un arbolado histórico catalogado como singular de Galicia, y más de 4500 ejemplares de camelias. Destaca también la bodega del siglo XV, en donde se realizan catas de sus excelentes vinos. Ofrecen visitas al Pazo y sus jardines, tanto libres como guiadas.

 Siguiendo la ruta nos vamos encontrando símbolos del antiguo trazado, que se entremezclan con señales nuevas indicando los kilómetros recorridos o avisando de los cruces. De esta manera llegamos al antiguo apeadero de Rubiáns, donde el tiempo parece anclado y rezuman recuerdos del movimiento que allí había en otra época.

 El recorrido continua serpenteando zonas preciosas con arboledas, bosques, y en ocasiones algunas casas cerca. Podemos observar de manera muy constante elementos de la antigua vía que todavía permanecen, como trozos de la misma a un lado, semáforos, señales …

 Pasamos pequeños puentes, desvíos que nos llevan a zonas como el «Ponte Currucho». Es un pequeño pero bonito puente sobre el río Umia, que nosotros dejamos para otra ocasión ya que no nos daba tiempo a desviarnos si queríamos hacer bien todo el recorrido.

 Entonces, seguimos el trazado y llegamos a una gran roca con un cartel que nos indicaba su curioso nombre: «Pedra Rañacús» (Piedra Rascaculos). El nombre probablemente viene determinado por la peligrosidad de la mole, que alcanza una magnitud de 7000 metros cuadrados. Sea por lo que sea su nombre, los niños se echaron unas buenas risas.

 Seguimos caminando admirando los paisajes, bonitos miradores, y preciosos caminos. Y así llegamos hasta uno de los elementos más importantes de la ruta, el Puente de Hierro.

 Este puente atraviesa el río Umia y une los ayuntamientos de Caldas de Reis y de Portas. Data del año 1897, y es un buen ejemplo de la ingeniería y de la construcción en las vías de tren a finales del s. XIX. Es una estructura metálica con remaches apoyada sobre pilares de piedra. Tiene una longitud de 76 metros, y en un lateral podemos ver un pequeño escudo. En él se lee que lo hizo la empresa Joseph Westwood & Co.

 Descendimos hacia la parte baja del puente para que Laya se refrescara un poco en el río. Los niños se lo pasaron genial correteando por el su margen, antes de continuar el camino y ver el río desde el puente.

 Y al fin nos vamos acercando al final de la ruta, con los niños deseando llegar para comer unos deliciosos bocadillos que preparó Anna antes de salir de casa.

 Continuamos el sendero llegando a lo que era final de vía, en donde hay instalado un área de descanso. Aquí bajamos por el camino que continúa por la derecha y que nos lleva a una zona de casas. Seguimos hasta que nos topamos con un pequeño puente que pasamos por debajo (yo casi bajando la cabeza, porque es justo de mi altura). Tras sortear el puente llegamos a una zona verde, con parque infantil y un anfiteatro al aire libre. En este enclave aprovechamos para comer sentados en sus bancadas y al solecito.

 Justo al lado, la Azucarera de Portas, con su imponente chimenea de 60 metros, que ya veíamos desde lejos y nos animaba a llegar a destino. Siendo de los elementos más reconocidos de la zona, su historia como fábrica fue más bien corta. La compañía se fundó en 1899, cuando se perdió la colonia de Cuba. Empresarios del azúcar repatriados y personas de negocios locales, fomentaron la construcción en toda España de fábricas azucareras de remolacha. Esto era debido a una previsión de abastecer ante una carencia del producto en los siguientes años. Entre la imposibilidad de aumentar el terreno de producción de remolacha y la bajada de precios del azúcar de caña de importación, estas fábricas pronto empezaron a cerrar sus puertas. En el caso de la de Portas, su cierre fue en 1903, y tras este tiempo un periodo de más de 100 años abandonada. 

 Por suerte ya hace años que se aprovechó esta preciosa edificación, y ahora alberga en su interior desde un Auditorio, hasta una guardería o un centro de la tercera edad. Pero quizás lo más llamativo es el mirador panorámico instalado en lo alto de la chimenea. Estas iniciativas volvieron a dar vida a estas piedras que veían pasar el tiempo.

 En conclusión, la Vía Verde es un sendero perfecto para caminar, correr, ir en bicicleta… por su estupenda accesibilidad y mínimo desnivel. El único «pero» que le vamos a dar después de haberse inaugurado ya (sino no seríamos nosotros), es que faltan papeleras, incluso en las áreas de descanso. No podemos pedir que se mantenga todo limpio si no colaboramos en poner una infraestructura que ayude a ello, no es tan difícil…

 Por el resto (que es mucho), totalmente aconsejable para disfrutar cualquier día del año de un precioso recorrido pisando sobre un trazado histórico a la vez que disfrutamos de los hermosos paisajes de nuestra Galicia Desconocida.

  COORDENADAS: N 42° 35′ 08´´ W 8° 44′ 19´´ (Zona para aparcar antes de inicio)

  ACCESO: Muy fácil

  DIFICULTAD:  Baja 

  ADAPTADO: Sí

  NIÑOS:

  PERROS:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.