MONASTERIO DE CARBOEIRO (Silleda)

Monasterio de Carboeiro

 Aquí estamos, una semana más, para describir nuestra visita a algún lugar mágico de los miles que tiene nuestra comunidad. Hoy es el turno de uno de esos enclaves que están rodeados de leyenda e historia: el Monasterio de Carboeiro (Silleda)

Cómo llegar al Monasterio de Carboeiro

 Al monasterio se puede llegar por la autovía AP-53, que nos lleva hasta Silleda, y después enlazar con la PO-6502. Transitando esta carretera ya nos vamos encontrando con unos indicadores, que nos dirigen directamente hasta el aparcamiento situado al lado del monasterio. Si váis en horas en las que está cerrado tendréis casi todo el espacio libre para aparcar. Pero cuando llega la hora de apertura para visitar el interior del monumento, pronto se llena de coches el aparcamiento y tendréis que dejar el vehículo a un lateral de la carretera.

La leyenda del Monasterio de Carboeiro

 No podemos iniciar esta entrada sin hablar primero de lo que nos llevó hasta allí para visitar el lugar. Nos encantan las leyendas, esas historias que recorren Galicia y que, reales o no, dotan a estos rincones de un halo mágico y, en ocasiones, escalofriante. Y aquí en Carboeiro, existe una que trata del monasterio y sus alrededores, y que encontramos en un panel informativo. Textualmente y traducida dice así:

«El Monasterio de Carboeiro, en tiempos, uno de los más ricos de todo el país, pasó por grandes dificultades en su origen. No era fácil encontrar hombres que supieran trabajar la piedra, el dinero era escaso y los monjes pasaban grandes dificultades.

 Hartos de aturar estas penalidades decidieron hacer un trato con el demonio, de lo que se encargó el hermano Ramón un viernes.

 El demonio, como buen constructor, alzaría un monasterio de sólida piedra entre el viernes y el domingo por la mañana, a cambio, llevaría consigo todas las almas que falleciesen ese domingo.

 El demonio aceptó, con reticencias, pues era conocedor de que los monjes poseían el salterio de San Cibrán, el cual lo echaba y atormentaba si se presentaba. Pero la sinceridad del hermano Ramón lo convenció.

 El demonio contruyó el hermoso santuario y se puso a esperar su recompensa. Lejos de cumplir el trato, el abad mayor echó mano del salterio, produciendo tal enfado en el demonio por sentirse engañado que intentó derribar el monasterio, pero entre el miedo al salterio y la buena obra que hizo le resultó imposible. Cuando siglos más tarde el salterio fue llevado a Toledo el demonio sopló una pavorosa tempestad sobre el monasterio que lo convirtió en las ruinas que vemos hoy en día, cumpliendo su venganza.»

 Sea verdad o leyenda, nos encontramos en un sitio que rezuma misterio, en un enclave único y piedras que guardan mil secretos…

Senda Botánica de Carboeiro

 Llegamos a Carboeiro a mediodía, y lo cierto es que con intención de visitar más lugares en esa tarde. Pero al estar allí y con todo lo que hay por ver, decidimos que íbamos a pasar esa tarde allí para aprovechar bien.

 Primero comimos unos bocadillos a la sombra de una construcción de piedra anexa al monasterio. Allí hay instaladas dos mesas grandes con bancos de piedra, una sorpresa estupenda para comer plácidamente mientras decidimos qué hacer.

 Como el monasterio a mediodía está cerrado a visitas, pero abren pronto a la tarde, decidimos hacer la Senda Botánica que vimos reflejada en un panel allí al lado. En una genial idea por parte del Concello de Silleda, existe un sendero que recorre los alrededores de la abadía. En él, aparte de ver las construcciones de los monjes y otra perspectiva del monasterio, podemos disfrutar de un paseo agradable conociendo los usos farmatológicos, culinarios y madereros de las plantas y árboles del entorno.

 Cabe destacar que este espacio forma parte del Sistema Fluvial Ulla – Deza, que está dentro del proyecto Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria.

 Comenzamos nuestro paseo en un bonito palomar, a medida que vamos andando nos encontramos con pequeños paneles informativos al lado de plantas, arbustos y árboles. Nos explican su nombre y usos de forma muy educativa y divertida para los niños. Todos nos sorpendemos con las utilidades de la naturaleza mientras caminamos y aprovechamos a que los niños lean todo en alto, fomentando la lectura y comprensión.

 Bajamos también a un molino del s. XIX,  que era propiedad privada de varios vecinos de la zona que compartían su uso. Es una zona preciosa al lado del río, que nuestras perras disfrutaron al poder darse un chapuzón. Volvemos a subir para retomar la senda que nos sigue llevando a través del bosque, hasta llegar al lateral del monasterio contrario al del inicio.

 La senda es de dificultad baja, no os llevará más de 45 minutos, incluso parando a leer todo y disfrutar del paisaje. El único «pero» que le encontramos, es que hay muchos paneles de información (sobretodo en el inicio) que no tienen la placa. Suponemos que es debido al deterioro o intervención humana, una lástima.

Ponte do Demo

 Una vez acabada la Senda Botánica, accedemos al inicio de una ruta que conecta el monasterio con la Fervenza do Toxa (y que haremos y os contaremos otro día) para llegar en un par de minutos al Ponte do Demo. El camino hasta él es a través de un enlosado centenario precioso.

 El puente es de origen medieval, según los historiadores construído en el año 862. Se trata de un puente de un solo arco y que se supone que reemplazaba a otro romano. Hace unos años, por los desperfectos del paso de los años y las crecidas del río Deza, se tuvo que restaurar hasta obtener la preciosa estampa que nos muestra hoy en día.

 Lleno de leyendas que acompañan a muchos puentes por ser lugar de atracos y secretos, debe su nombre a una leyenda que es muy similar a la que contamos al inicio del post.

 Esta vez la leyenda nos habla de la destrucción del puente que había por las crecidas del río. Ante la imposibilidad, en una zona complicada, de dar acceso al monasterio, los monjes llegan a un pacto con el diablo. A cambio debían de darle las almas de los que fallecieran ese domingo entre el rezo del amanecer y el anochecer. El demonio cumplió con su trato, y ese domingo los monjes realizaron los rezos del amanecer durante el doble de tiempo, uniéndolos con los rezos del anochecer. Gracias a esto, el demonio no se pudo llevar ningún alma con él, pero el puente sí que quedó construído.

 Igualmente que la otra leyenda, el salterio hizo que no se vengara de ello, pero cuando ya no dispusieron del mismo, volvió para destruir el puente. La leyenda achaca a esta historia el estado en el que se encontraba el puente antes de la restauración que citamos anteriormente.

Monasterio de Carboeiro

 Y ahora sí, os hablamos de la joya de la corona en este enclave: el monasterio de San Lorenzo de Carboeiro. Un lugar enigmático y plagado de secretos, como su forma originaria, que tras múltiples intervenciones nos deja sin saber con exactitud como era al principio de todo.

 Se construyó en el año 936 por orden de Don Gonzalo y Doña Teresa, Condes do Deza, sobre una ermita ya existente. Fueron años de prosperidad hasta finales del siglo X, cuando un enfrentamiento entre dos monjes provocó graves desperfectos. También las tropas de Almanzor destruyeron una buena parte de la construcción. Durante los posteriores años se combinaron periodos de fama y esplendor (llegando a poseer mucha riqueza) junto a otros de declive.

 Tanto es así que, a pesar de reformas para ampliarlo, en el s. XVI cae en ruina, tras lo que se convirtió en el siglo siguiente en cárcel para monjes. Lo peor llegó con las tropas francesas, que destrozaron gran parte de la construcción. Tras este episodio fue subastado alrededor del año 1840.

 Los años posteriores no hicieron más que empeorar la situación de abandono del monasterio. Se produjeron saqueos, robando elementos ornamentales de gran valor del edificio. Este hecho no frenó hasta bastantes años después en los que se puso vigilancia. Y en los años 70 se creó el proyecto para restaurarlo al estado en el que lo vemos ahora.

 Nos disponemos a entrar, ya que ahora en verano el horario es de lunes a domingo de 11:00 a 14:30 y de 16:30 a 20:00. El precio de la entrada es de 1´50€ la tarifa general. 1€ reducida (mayores de 65 años, discapacitados, jóvenes de 6 a 16 años o mayores de 16 con carnet joven, carnet de estudiante, familias numerosas, grupos de mínimo 10 universitarios y desempleados). 3´50€ la entrada con visita guiada (previa reserva, con tarifa reducida 2´50€).

 También disponen de tarifas con visitas didácticas y grupos escolares. La entrada es gratuíta para menores de 6 años y miembros del ICOM, así como para el público general el 18 de mayo, 25 de julio y en la Fiesta de San Lorenzo de Carboeiro.

 Primero fuimos Dani y yo, para luego al salir que entraran Anna y Sara, así podíamos turnarnos para quedar fuera con las perras (¡aunque sorpresa! cuando entró Anna, la chica de la taquilla le dijo que no había problema en entrar con los perros, tomad nota, que esto no pasa en todos los lados y se agradece). Cogemos nuestra entrada y lo primero que hacemos es ver la exposición que está en la Casa monacal. Podemos ver fotografías antiguas del monasterio (alucinante el estado abandonado en el que se encontraba hace no tanto tiempo), así como varias ruinas rescatadas en la restauración.

 Continuamos por el claustro visitando las ruinas de las dependencias monacales, en las que podemos encontrar elementos como ventanas, escaleras y un horno. En la zona exterior había también un horno, del que también vemos los restos, y que era utilizado por el pueblo.

 Nos dirigimos a la iglesia. Cuando entramos nos quedamos absortos por la belleza del lugar. Ante nosotros se abre un espacio prácticamente diáfano, si no fuera por un único sepulcro que todavía queda allí. La planta de cruz latina nos lleva a tres capillas situadas en la cabecera de la iglesia. En ellas podemos ver restos de pinturas que adornaban sus paredes.

 A ambos lados nos encontramos también con dos pequeñas puertas que nos dirigen a través de una escalera de caracol (a los niños les encanta). Si subimos nos llevará a las torres, desde donde tendremos unas preciosas vistas del entorno. Si descendemos llegaremos a la cripta. Como curiosidad, es increíble la diferencia de temperatura de la zona superior a la cripta. Esta gran cripta se construyó para reforzar el edificio, debido al desnivel que había en este lado del firme. Es muy regia, y no sabemos que uso se le pudo dar en su momento. Pero a Anna y a mi algo de allí nos hizo estremecernos… ¿casualidad?

 Volvemos a subir a la planta principal y la recorremos. Tiene una gran iluminación que entra del exterior gracias a las ventanas y rosetones. También destacan los capiteles de las columnas (hay muchísimos arcos y columnas, lo que hacen bellísima esta planta) con motivos muy variados. También vemos buena cantidad de firmas de los canteros en sus paredes.

 Llegamos al lado contrario de la iglesia, en donde encontramos otra puerta pequeña con escaleras de caracol que nos llevan a la torre opuesta a la anterior. Desde allí vemos la entrada a la zona de monasterio, y a Anna y Sara esperando con las perras. Dani no se quería ir de tanto que le estaba gustando aquel lugar tan mágico, pero nos tocaba dar el relevo y esperar un ratito fuera. Para nosotros vale mucho la pena pagar esta entrada simbólica para ver el edificio por dentro.

 En el exterior también nos encontramos con dos preciosas puertas de acceso a la iglesia. En la principal destacan las arquivoltas con motivos vegetales y con los ancianos del Apocalipsis con instrumentos, algo que nos recuerda a muchas entradas de otras iglesias y catedrales conocidas.

 Si vais a visitarlo próximamente os vamos a dar un apunte más, que nada tiene que ver con el monasterio. Si esperáis frente a la entrada de acceso, no lo hagáis bajo el gran árbol que allí se sitúa. ¿La razón? muy sencilla, os puede dar sombra, ¡pero está plagado de velutinas que pasan contínuamente!

 Si queréis comer cerca de allí, o se os hace tarde y buscáis en donde cenar, os recomendamos un lugar de visita obligatoria: Fogar de Breogán. Ya os hablamos de este lugar en nuestro post «Si no sabes que regalar… regala experiencias», que podéis leer aquí. Este restaurante consiguió resurgir de sus cenizas tras un incendio y la espera valió la pena de lo precioso que quedó. No os contamos más porque en unas semanas haremos un post contando nuestra visita tras la reinauguración.

 

 Y esto es todo por hoy, esperamos que este lugar de leyenda, tan mágico y misterioso, os llame tanto como a nosotros la atención y sea una de vuestras opciones de visita próximamente. Y quien sabe, a lo mejor nos vemos por allí mientras buscamos nuevos rincones de nuestra Galicia Desconocida.

Monasterio de Carboeiro

 COORDENADAS:  N 42.75629  W -8.24635

 DURACIÓN RUTA: Sobre 45 minutos el Sendero Botánico

  ACCESO: Muy fácil

  DIFICULTAD:  Muy Fácil

  ADAPTADO: Zonas del monasterio sí

  NIÑOS:

  PERROS:

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