En estas últimas semanas, el cierre perimetral afecta a nuestra ciudad, Vilagarcía de Arousa, por el COVID. Tuvimos que anular los desplazamientos fuera de nuestro municipio y hacer salidas dentro de nuestros límites. Por ello, esta semana, os invitamos a conocer una ruta en «nuestra casa», la ruta que nos lleva desde el Embalse de Castroagudín hasta el Área Recreativa de Fontefría, situada en Vilagarcía de Arousa.
Para poder hacer esta ruta (y llegar a este post de hoy), primero nos desplazamos al lugar de inicio alrededor de 4-5 veces. ¿Y eso por qué? pues porque, aunque la ruta es muy bonita, apenas quedan señalizaciones en el primer tramo. Esto es lo que la dificulta considerablemente si no se conoce la zona. Una vez determinamos por donde estaba marcada esa ruta, se convirtió en un paseo que hicimos en muchas ocasiones: solos, con amigos, para hacer ejercicio… Y como fuimos «descubriendo» otras formas de llegar, os contaremos en esta entrada cómo es la ruta y cómo la variamos nosotros para seguir más de cerca el recorrido del río.
Nos dirigimos desde Vilagarcía en dirección al Pousadoiro (hay un polígono industrial, para mayor ubicación). Al pasar el núcleo de Cea (o antes de llegar si venimos a la inversa), nos encontraremos un cruce que nos lleva hasta Castroagudín.
Para empezar el camino podéis elegir entre dos opciones. La primera es aparcar en el núcleo de Castroagudín y subir ya andando hacia el embalse. La segunda, aparcar en la zona del embalse. En ambos lugares tenemos en donde aparcar sin ningún problema. En este caso, nosotros como fuimos a mediodía con el tiempo justo de comer e iniciar la ruta, elegimos la segunda opción y aparcamos al lado de la Estación de Hidrobiología «Encoro do Con» (centro de investigación de la Universidad de Santiago de Compostela), situado a la orilla del embalse.
Desde aquí, bajamos hasta una zona de pequeño merendero que se localiza justo en donde el río del Con se junta al agua del Embalse. Dispone de un par de mesas y bancos de piedra, y un pequeño puente. Allí comimos unos bocadillos preparándonos para el recorrido.
Para iniciar la ruta, cogemos el sendero que parte justo enfrente del merendero, al otro lado de la carretera. Siguiendo el margen del río, pasaremos por al lado de una pequeña parcela en la que hay panales de abejas (debidamente vallado, no os preocupéis).
Pronto nos adentramos en el monte, atravesando por medio de árboles y siguiendo el cauce del río. Incluso pasamos en varias ocasiones sobre él por puentes de madera, colocados para salvar estos obstáculos.
En este primer tramo ya nos internamos de lleno con la vegetación de la zona, y vamos empezando a subir pequeños repechos. En algún caso son algo resbaladizos, por lo que os recomendamos que vayáis con precaución. Llegamos al cabo de un tramo a una pista de tierra. Allí tendremos que ir hacia la derecha si queréis continuar por la ruta marcada, y como referencia (sobretodo para cuando vengáis de regreso) os dejamos unas fotos del árbol que está justo al lado del sendero y el que está enfrente.
De todos modos, nosotros llegado este punto, decidimos continuar por la izquierda. Aquí seguimos por el margen del río y comprobamos si hay sendero que nos lleve al mismo punto.
La diferencia en lo que veremos si vamos por un lado u otro, es que si nos dirigimos a la derecha subiremos hasta llegar a una pista desde la que hay unas vistas desde lo alto al embalse y a Vilagarcía. Si vamos por la izquierda, seguiremos el curso del río rodeados de vegetación y viendo pequeñas cascadas.
Por el lado derecho seguimos hasta llegar a un indicador de la ruta que nos dirige hacia la izquierda, subiendo. Es un trozo de sendero en pendiente, con bastantes ramas en el firme, pero más ancho y despejado de árboles (a tener en cuenta si hacéis la ruta en un día de calor). Subiremos hasta llegar a una nueva pista ancha de tierra, en donde nos tendremos que dirigir hacia la izquierda. Desde este tramo tendremos una vista preciosa del embalse, la ladera del monte, Vilagarcía y el mar a lo lejos. Llegaremos a un pilón en donde se acumula agua por la bajada del río.
Por el lado izquierdo andaremos hasta ver un camino siguiendo el cauce del río a mano derecha. Continuamos todo ese sendero junto al rumor del agua, por un recorrido más estrecho. Vamos rodeados de árboles y vegetación, puentes sobre el río, y con una pendiente menos acusada que la otra opción. Si que tendremos que salvar alguna bajada en roca o algún pequeño terraplén, que para los que estéis acostumbrados a hacer rutas no van a ser ningún impedimento. Llegaremos justo delante del pilón de agua (con lo que nos unimos a la opción de recorrido anterior). Nosotros es la alternativa que descubrimos este día y que seleccionaremos las próximas ocasiones al hacer esta ruta, ya que lo que nos gusta más es ir pegados al río dentro de lo posible.
Al llegar al pilón, cogeremos el camino que sube a su derecha, tiene un poco de pendiente con piedra pequeña, pero fácil de subir. Por este camino llegaremos de nuevo al río, pasando sobre él y se vuelven a abrir dos opciones de sendero.
El primero (que es el que sigue la ruta señalizada) sigue de frente, es de una subida más regular, por lo tanto más rápido. Pero también es mucho menos atractivo, iremos por una pista ancha de tierra por el monte, sin más.
El segundo (el que aconsejamos) sigue el sendero de la derecha, que va pegado al río. Continuaremos por un camino lleno de rápidos, pequeñas cascadas e inmersos en la vegetación de la zona. Para nosotros es una de las partes más bonitas del recorrido, ya que es en la que uno se encuentra más «apartado» de la civilización, pistas amplias, etc. Tendremos que ir salvando algún desnivel, sin dificultad. Al final tiene una subida un poco más pronunciada para llegar a la pista ancha de tierra a donde se llega también por medio de la primera opción de camino.
Cuando la pista de tierra llega de nuevo al río (en el lado izquierdo), tendremos que coger el sendero que va pegado a él.
Este sendero inicia con una pequeña elevación de tierra en la que tendremos que ir con un poco de cuidado (sobretodo a la vuelta). Iremos acompañando al río como en el tramo anterior, con pequeñas cascadas, rápidos, puentes, inmersos en la vegetación… Hasta llegar a la última pendiente de nuestra ruta. Aquí, al ser el último tramo, costará un poquito la subida, que es bastante pronunciada y con piedras (si lo hacéis después de días de lluvia estará bastante encharcado, por lo que tendréis que ir con cuidado); y la bajada, al tener que ir con precaución para no resbalar.
Una vez terminamos la pendiente, recorremos unos metros y llegamos a la zona más baja del área recreativa de Fontefría, nuestro punto y final de la ruta.
En Fontefría nos encontramos con un área recreativa situada en una pradera amplia. El río la atraviesa, al que se puede bajar para refrescarse o pasear por los caminos con puentes de madera (os animamos a jugar con los niños/as a contar todos los puentes durante la ruta, incluidos los de Fontefría). Está dotada de mesas y bancos de piedra, zona para hacer barbacoas, y una fuente que es la que da el nombre al área (en verano, depende de las lluvias, apenas tiene agua o directamente no tiene).
Estamos cerca también de todo el parque eólico, y de multitud de caminos que recorren Xiabre, algo que nos aporta muchas posibilidades de pasear por la zona.
Destacar también que Fontefría se encuentra al lado de la carretera, con lo que resulta muy sencillo el acceso en coche para las personas que no quieran llegar haciendo la ruta.
Aquí nos sentamos a merendar, para coger fuerzas y descansar un poco antes de hacer la ruta de vuelta, con la suerte que tenemos siempre que vamos allí, que nos encontramos con gente conocida con la que charlar un poco.
A pesar de que la señalización de la ruta necesita mejorar considerablemente, es un lugar que redescubrimos a raíz del COVID, y que tiene la belleza, tranquilidad y magia más que suficiente como para incluirlo en los lugares recomendados de nuestra Galicia Desconocida.

COORDENADAS: N 42° 36.631′ W 8° 43.426′ (Embalse do Con)
N 42º 37.581´ W 8º 42.860´ (Área Recreativa de Fontefría)
ACCESO: Muy fácil al embalse y a Fontefría en el coche. La ruta mal señalizada
DIFICULTAD: Baja – media (según los senderos que se elijan)
ADAPTADO: Acceso al embalse y Fontefría sí, la ruta no
NIÑOS: Sí, aunque para la ruta mejor si están acostumbrados a rutas de media intensidad
PERROS: Sí